martes, 22 de junio de 2010

Sector Público vs. Privado. Posibilidades y Limitaciones

Es claro para la gente informada que los funcionarios pueden hacer únicamente lo que la Ley les autoriza. Caso contrario, el sector privado puede hacer todo lo que la Ley no prohíba. Esta diferencia tiene implicaciones profundas en el actuar de dichos sectores.
Asimismo, el sector público cuenta con sistemas de control que tienen como meta limitar la discrecionalidad del funcionario en ejercicio, con miras a garantizar la transparencia, el cumplimiento de los preceptos constitucionales y legales. Entre estos, los procesos de licitaciones, la necesidad de que todo gasto a realizar cuente con los fondos necesarios, que se cumplan con estudios de impacto ambiental en caso de obras públicas e inclusive privadas, la igualdad de oportunidades para competir por posiciones o contrataciones, la auditoría ex ante, el control previo de la Contraloría, etc.
Las empresas privadas organizadas con varios propietarios, también tienen sus procesos enmarcados dentro del ambiente de control interno, que también se cumple en el sector público, el gobierno corporativo con sus directorios o juntas directivas, sus reglamentos internos, de personal, de adquisiciones, etc.
Es decir, aunque el marco de la Ley tiene diferencias significativas entre lo que puede hacer un ejecutivo público y uno del sector privado, las empresas bien administradas tienen sus controles internos, sus mecanismos de supervisión y de rendición de cuentas que demandan el cumplimiento de normas establecidas.
Solamente las empresas muy pequeñas o de propietarios únicos, actúan de manera autocrática, sin apego a normas de rendición de cuentas o de controles internos. Esto las hace más rápidas en tomar decisiones, lo cual en el sector privado es menos complejo porque la motivación del sector privado, en términos muy primarios, es la ganancia. Ya las empresas más estructuradas, menos salvajes por llamarlas de alguna manera, tienen lo que se llama hoy día responsabilidad social.
Ya el sector público tiene mayores complejidades, aparte de las normas que limitan la acción y autoridad del funcionario público, desde el Presidente de la República, al más humilde trabajador manual. Hay implicaciones políticas, humanas y de interés social. Y la razón es simple. Todos los panameños, menores o mayores de edad, somos accionistas de esta gran empresa que es el país. Y todos esperamos que las acciones que se tomen, beneficien a las mayorías.
Pero cuando el gobierno de turno elimina o limita los controles y/o los mecanismos de rendición de cuentas que establecen las leyes de la República, cómo protegernos de estas decisiones? Cómo evitar los abusos que puedan ocurrir si el Ejecutivo elimina los controles que la Ley contempla para garantizar el buen gobierno?
Sólo nos queda la Corte Suprema de Justicia para reclamar la vigencia del Estado de Derecho, desde el ejercicio mismo del Poder por parte de las autoridades electas.
Estará a la altura del reto, o responderá a los gobernantes de turno?
Francisco Bustamante franciscobu@gmail.com 06/22/2010 07:21 a.m.

miércoles, 16 de junio de 2010

compra de corredores viales. construcción vs. negocios?

El Gobierno insiste en comprar los corredores existentes, Norte y Sur, aduciendo que las negociaciones de estas vías fueron onerosas para el país, que en el caso del Corredor Sur por lo menos, son caras las tarifas de peajes y que no resuelven los tranques vehiculares, etc.
La propuesta de compra de los mismos no implica una rebaja en el costo del peaje por el uso de los corredores, ni tampoco significa que los tranques desaparezcan. Tampoco es una inversión que genere empleos nuevos, ni demanda de materiales y servicios. Puesto en este contexto, esta operación no es una obra de infraestructura nueva, sino un negocio. Y como en todo negocio, para que sea bueno y equitativo, ambas partes deben ganar. Yo pregunto: qué gana el gobierno de Panamá comprando esos corredores? Qué ganan las empresas operadoras de los corredores? Es una negociación equitativa, mejor que la que originó ambas estructuras?.
La verdad, no he leído, escuchado, visto, ninguna explicación sensata al respecto, salvo una inexcusable exhibición de patrioterismo. De recuperación de un bien, como si fuese el Canal de Panamá que sí tenía claras trazas de neocolonialismo gracias a la juventud y pueblo panameños, superadas.
Cómo analizar estas construcciones de de infraestructura en el contexto de la desaceleración económica mundial y que nos toca de distintas maneras? (a) generar inversiones autofinanciables, o con una estructura de financiamiento sólida es lo ideal, (b) que dichas inversiones generen empleos y demanda interna de bienes y servicios conexos, (c) que resuelvan claras necesidades de la población, de transporte de bienes y servicios, con claros retornos sociales y económicos, (d) que los impactos ambientales estén claramente identificados, con medidas claras de mitigación de los mismos, y ( e) que sean auto sostenibles, en la medida de lo posible.
Lamento decirte que no veo nada de eso en la compra de los corredores. Peor, no lo veo tampoco en el famoso Metro. Mucho peor, se elimina recientemente la condicionalidad de estudios ambientales, cuando se den obras de “ interés social”, sin definirlo, limitarlo, reglamentarlo, etc. Por cierto, todas las obras que haga el gobierno se espera que sean de interés social, y no particular. Así las cosas, nos enfrentamos a un ambiente enrarecido que puede hacer no solamente social sino físicamente imposible vivir en paz, salud y confianza en este Istmo.
Ojalá que el gobierno reaccione, piense, y escuche. La compra de los corredores, a menos que nos prueben lo contrario, no resuelve ningún problema social. Salvo que resuelva problemas particulares lo que lo hace parecer más un negocio. Mejor sería ampliarlos, hacer otros paralelos, mejorar las vías de acceso y salidas, etc. Se atreverán a hacer lo correcto los Poderes responsables de la supervisión de las acciones del Ejecutivo?

Two and a half men. Es divertida o trágica?

Una comedia de situación, sitcom, norteamericana que ha ganado por lo menos 4 premios Emmy. Participan 3 personajes centrales y otros periféricos. Charlie Harper, el hermano mayor en sus early-forties, su hermano menor Allan, y el hijo menor de éste, Jake.
La puedes ver en el sistema de cable, diariamente, y goza de gran audiencia en USA y en muchos países extranjeros, incluido Panamá. El carácter mayor, Charlie, es un solterón mujeriego, bebedor, compositor de jingles y al que todo le sale bien. Su hermano Allan, es un técnico quiropráctico, sin mucho éxito, divorciado y responsable del hijo del matrimonio fallido. El menor, Jake, un personaje que va de niño a adolescente durante el desarrollo de la larga serie. Poco brillante, consumista y muy corriente. Conviven los en la casa de Charlie, cuando Allan se separa y pide asilo en la casa de Charlie, para sí y su hijo. La estancia, supuestamente corta, se prolonga por años sin visos de terminarse nunca.
Dónde está el chiste que le ha granjeado a esta serie, con semejante trama, el éxito que le ha garantizado desde el año 2003 y ser programada para seguir hasta por lo menos el 2012? Buenos diálogos sin duda, buenos artistas. Pero el éxito está en la burla sistemática que hace Charlie de sus aventuras con chicas, y a veces no tan jóvenes, y los fracasos de Allan en conectar con otras mujeres, sus patéticos esfuerzos para ser un buen padre, sin lograrlo, sus principios cada vez más debilitados por las burlas de su hermano. Y las burlas a Jake, un menor en medio de estos adultos.
Esta serie empecé a verla recientemente a mediados del año pasado. Y he visto que el tono de las burlas a los valores, es creciente. Lo cual no es de sorprender. Otra serie que al inicio era hasta jocosa en algún aspecto como Los Sopranos, se fue convirtiendo en un ejemplo de violencia increíble. Para mantener la audiencia que cada día pide más sangre, como los romanos en la lucha de gladiadores.
Es penoso ver como un individuo con valores, es presentado como un fracasado. El individuo hedonista, es guapo, exitoso, y se sale con la suya. Cuál es entonces el mensaje hacia la juventud que ve el programa en un medio como el nuestro? No estoy en contra de la libertad para ver el programa que cada uno quiera ver. Pero sí creo que deberían existir criterios tomando en cuenta la madurez de la teleaudiencia. Pienso que estos programas podrían pasarse en horarios más tardíos.
Pero parece que la realidad es más grotesca que la ficción televisiva. Se hizo una invasión a Irak sobre una premisa falsa de la existencia de armas de destrucción masiva. El cambio climático no le quita el sueño a los causantes del mismo. La miseria que atosiga a una gran parte de la población, no conmueve los cristianísimos sentimientos de las autoridades mundiales. Y viendo ese panorama, me da cierto consuelo ver que nuestras bellaquerías locales todavía son pueriles, por llamarlas de alguna manera como es cerrar puticlubs sin ser autoridad de conducta moral, entrarle a mazazos a puertas ajenas, etc. Mejor me vuelvo a jugar golf.
01/11/2010 08:26:46 a.m.